A continuación, quiero compartir con vosotros un reportaje singular. Jesús, uno de los protagonistas, se puso en contacto conmigo para darle una sorpresa a Lydia, quería hacerle un regalo muy especial, no se trataba sólo de hacer una sesión de pareja, además, quería recordarle cada día todo lo que significa para el, y es que, escasas horas después, habrían miles de kilómetros entre ellos (por suerte es sólo algo temporal).
Este tipo de trabajos son los que me hacen pensar en la fuerza de la fotografía y, por supuesto, de los sentimientos. ¡Espero veros muy pronto pareja!
Deja una respuesta